miércoles, 24 de agosto de 2011

EL TUTOR DE UN ESTUDIANTE NORMALISTA

Perfil del tutor ideal
Nancy S. Esparragoza Bermejo

La labor que se emprende en las Escuelas Normales para la formación de los futuros docentes, enfrenta el reto de lograr vincularse con las escuelas de educación básica para la selección de los tutores que este proceso demanda. Expertos en el arte de enseñar, dispuestos a brindar a los estudiantes normalistas el apoyo y las bases que la educación actual demanda.

Selección, que debe analizarse y evaluarse para realizarla con la mayor certeza posible con la finalidad de garantizar la formación de profesionales de la educación competitivos y comprometidos con la sociedad en contextos reales de trabajo.
Por ello, la relevancia de sensibilizar a quienes desempeñarán ésta delicada tarea, mostrándoles: quién es considerado un tutor, cuáles deben ser sus actitudes y características, cuáles son las debilidades del estudiante normalista y cómo pueden apoyarlo, esto a través de un lenguaje muy sencillo y concreto mediante el planteamiento de preguntas y respuestas.

¿Quién es el tutor de un estudiante normalista?

Para Beillerot, “el tutor es la persona que recibe en la situación de trabajo a un joven y le enseña el oficio o la profesión tal cual se la practica” (sic). Es el profesor que está en contacto directo con el grupo de educación básica y quien se compromete a estar presente en el aula durante las jornadas de observación y de práctica docente en las que se desempeña el estudiante normalista para “…dialogar con él, orientarlo, hacerle sugerencias y aportar a la evaluación de su desempeño” (Moreno, 2011:78).

¿Qué actitud debe tomar el tutor?

Mostrarse accesible y paciente con el practicante, tener buena disposición al diálogo, crear un ambiente de confianza, amistad y respeto entre ambos y en relación al grupo, así como ser comprometido con el rol a desempeñar como tutor de un estudiante normalista.

¿Cuáles son los rasgos de un buen tutor?

Responsable, preparado, seguro, inteligente, colaborador, tolerante, congruente, capacitado, atento, flexible, confiable, comunicativo, honesto, sincero, solidario, crítico, exigente, amistoso, comprometido, reflexivo, paciente, abierto, comprensivo, participativo, empático, consciente y accesible (Moreno, 2011).

 ¿Qué debilidades presentan los estudiantes normalistas?

La mayor incidencia está presente en: el control del grupo, el dominio de los contenidos, la aplicación de nuevas estrategias de enseñanza-aprendizaje, el manejo oportuno de los recursos didácticos, el dominio de una evaluación formativa más que sumativa, la integración de contenidos, la atención de la diversidad que se puede presentar en el aula, el manejo del tiempo, la comprensión de cómo aprenden sus alumnos, la autorreflexión de su práctica y la toma de decisiones ante los resultados alcanzados en ella, y actualmente, en el manejo de la nueva reforma educativa de básica.

¿Cómo apoyar al estudiante normalista?

Al acompañarlo en el momento preciso de dar la clase y durante su desenvolvimiento con el grupo, en la organización de las actividades, en el manejo de los contenidos de la asignatura, en el desarrollo del trabajo que demanda la escuela, dándole libertad de emplear su propio estilo de trabajo, al establecer una buena relación con él, brindándole confianza para acercarse y aclarar sus dudas y, al darle consejos, observaciones y críticas constructivas de cómo mejorar su trabajo a partir de la experiencia que posee.

La labor de un tutor, es compleja pero muy significativa, considerando que el futuro docente converge en el aula tanto la experiencia como el conocimiento, ambos elementos indispensables para el desarrollo de una práctica docente reflexiva en pro del aprendizaje significativo que los alumnos deben construir en el aula.
El perfil del tutor de un estudiante normalista, debe ser muy específico de acuerdo a la complejidad de la práctica docente del grado que se cursa en la licenciatura de educación. Por lo que cada academia de grado de la escuela normal, tendrá que identificar los requerimientos básicos para el tutor y sensibilizarlo en esta tarea.


Fuentes de consulta:
Moreno Bayardo, María Guadalupe (2011). La tutoría en las licenciaturas Colaboradores formadoras de docentes de educación básica. Percepciones de los estudiantes. Revista educ@rnos. Vol. 1. Guadalajara, Méx. Recuperado el 24 de agosto de 2011, en http://www.revistaeducarnos.com/publicaciones

Navarro Saras, Jaime (2011). Experiencias desde el aula: la primera práctica docente de los estudiantes de 3er. Semestre. Dificultades y descubrimientos. Revista educ@rnos. Vol. 1. Guadalajara, Méx. Recuperado el 24 de agosto de 2011, en http://www.revistaeducarnos.com/

 

sábado, 3 de julio de 2010

INSERCIÓN LABORAL DE LOS PROFESIONALES DE LA EDUCACIÓN

El Programa Institucional de Seguimiento a Egresados (PISE) del Benemérito Instituto Normal del Estado “Gral. Juan Crisóstomo Bonilla” de la Ciudad de Puebla, con la finalidad de conocer el desenvolvimiento de sus egresados de las diferentes Licenciaturas en Educación que ofrece (Preescolar, Primaria, Telesecundaria, Física y Especial), durante el Concurso Nacional de Asignación de Plazas Docentes 2009-2010; que bajo estas condiciones por primera vez, la Federación convoca con el objetivo de dar continuidad a las metas establecidas en la Alianza por la Calidad de la Educación; realizó un reporte sobre el análisis de los resultados que los egresados obtuvieron en el examen de oposición y que les permitió acreditar dicho proceso, con el propósito de identificar algunos de los retos que ellos enfrentan al incorporarse al campo laboral y de visualizar las competencias que se les demandan en la actualidad.

Los resultados que se concluyen de este Seguimiento a Egresados son producto de la interpretación de los porcentajes alcanzados en el proceso de selección a partir del marco referencial que sustenta dicho estudio. La relevancia que retoman depende de la utilidad y el significado que cada programa educativo de licenciatura otprga a su análisis y reflexión en pro de mejorar los procesos de formación inicial, al identificar las alternativas de formación continua que les permitan desvanecer las brechas identificadas e involucrarse en la actualización y profesionalización de sus egresados.

Se hace una descripción de la información a la que se tuvo acceso, ya que en el caso de los sustentantes incluidos en los niveles de “Requiere nivelación académica”, y “No aceptable”, sólo se publicó el número de folio con que participaron en el concurso, omitiendo los datos personales de identificación -de conformidad con la normatividad en la materia- (SEP/SNTE, 2009), pese a las solicitudes realizadas a las autoridades de los niveles de educación básica del estado; fracasando también, los intentos por contactar al Órgano de Evaluación Independiente con carácter Federalista (OEIF).

El reporte se estructura en cuatro apartados que abordan la información siguiente: 1. Las condiciones del concurso nacional de asignación de plazas docentes 2009-2010, 2. La educación normal en el subsistema de educación superior, 3. Los resultados de los egresados de nivel licenciatura del BINE con Nivel Aceptable en el concurso y, 4. Las conclusiones y recomendaciones que se consideran pertinentes, en seguida, se presentan los apéndices que complementan y orientan los datos que se exponen.

Un documento que es importante analizar y considerar para brindar una educación de calidad en las Escuelas Normales del país.

lunes, 18 de agosto de 2008

PUNTOS PARA LA DISCUSIÓN

TE INVITO A REALIZAR COMENTARIOS EN RELACIÓN A:


1. ¿ES LA CALIDAD EDUCATIVA SINÓNIMO DE PROGRESO Y ÉXITO PARA UNA NACIÓN?


2. ¿EN LA MEDIDA EN QUE LA EDUCACIÓN BRINDADA POR LAS INSTITUCIONES SEA PERTINENTE, SE RESOLVERÁN LOS PROBLEMAS SOCIALES REALES?


3. ¿EL FORMAR ALUMNOS COMPETITIVOS PUEDE FRACTURAR LA IDENTIDAD DE UNA SOCIEDAD O DE UNA NACIÓN?

martes, 12 de agosto de 2008

Pertinencia, un factor de calidad en educación superior

La calidad en la actualidad juega un papel importante en la educación superior, es el punto de partida para la búsqueda y la reflexión sobre logros, dificultades y retos dentro de las instituciones, que sin duda alguna deberá orientar el planteamiento de nuevos compromisos. Se entiende a la calidad educativa como la eficiencia y eficacia en los procesos y en los resultados educativos, así como la congruencia y la relevancia de éstos con las expectativas y demandas sociales.

La calidad también se define como:
“…la articulación de dos elementos: a) el grado en que la información y los conocimientos recibidos por el estudiante y las habilidades intelectivas y operativas desarrolladas en él mismo corresponden al nivel alcanzado en dicho lapso por su campo profesional o disciplinario en el mundo; y, b) el grado en que el estudiante desarrolla la capacidad de usar los conocimientos, las habilidades y la información recibidos para resolver los problemas técnico-prácticos de su campo profesional… y… su consecución está en función del grado de articulación entre…los rasgos profesionales; la evaluación académica; los rasgos institucionales; y, la calidad y pertinencia de la formación”[1].

El sustantivo calidad tiene varios adjetivos pero en esta ocasión se espera que se le califique como buena o excelente, debido a que se entiende como los rasgos o atributos característicos e inherentes a la identidad de un ente.[2] Hablar de una calidad educativa excelente es hacer referencia a la medida en que se alcanzan los objetivos y metas institucionales en correspondencia y conformidad con los requerimientos establecidos por los usuarios y los prestadores de servicios; debe existir una aceptación de los productos y por último una satisfacción de expectativas y preferencias. En la formación de recursos existen dos grandes responsabilidades de la educación: esmerarse en mejorar continuamente la calidad de la formación en lo cognitivo e instrumental –los conocimientos, destrezas y habilidades- y ofrecer al estudiante un espacio en que se reconozca su autonomía intelectual, ensanche su horizonte ético y cultural, que le permitan enfrentar las exigencias y tensiones de un mundo globalizado. Este planteamiento otorga al binomio calidad-pertinencia carácter prioritario para el desarrollo de la educación.

Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
Desde los ochenta, SEP y ANUIES han asumido la importancia de la calidad, entendida como un concepto bien definido y susceptible de ser medido mediante cinco factores
[3]:

* Eficacia: que implica una correspondencia entre los resultados alcanzados y los objetivos y metas programados por la educación.
* Eficiencia: es la capacidad para aprovechar los recursos humanos, pedagógicos, técnicos, materiales y financieros con los que cuenta cada institución.

* Pertinencia: este factor tiene una posición jerárquica superior a los dos anteriores, por considerarse como el grado en que la educación satisface los problemas, demandas, necesidades y expectativas de la sociedad. Es el “…tipo de impacto que tienen los objetivos que se logran…-a través de-…tareas pertinentes, es decir, adecuadas y oportunas a cada ocasión y circunstancia…”[4] de carácter económico, cultural, político, científico y tecnológico.

* Trascendencia o relevancia: es el potencial de la educación para que sus resultados perduren en el tiempo y sean útiles y aplicables a los problemas individuales y sociales.

* Equidad: trato desigual a los desiguales (pobres, discapacitados…), en cuanto a oportunidades de ingreso y de permanencia en el sector educativo.

Si las IES actúan de cara a la sociedad, la evaluación de la calidad de sus tareas ha de realizarse desde la perspectiva de lo que se considere eficaz, eficiente, pertinente, relevante y equitativo para los sectores productivo, cultural, político, económico y educativo del país en los que impactarán sus resultados.

La ANUIES, está en la búsqueda de altos índices de pertinencia en las funciones sustantivas y adjetivas de la educación superior, que le permitan brindar una educación de calidad. El binomio calidad-pertinencia se expresa en cada una de éstas funciones de las IES
[5]:

* Formación superior.- Los planes y programas educativos tomaran en cuenta las nuevas necesidades que plantea el campo laboral y los perfiles profesionales que requiere, resultante de dos grandes tendencias en el mundo contemporáneo: 1. Las exigencias de la producción basada en el conocimiento y sus aplicaciones, y 2. La incertidumbre derivada de la movilidad económica y la necesidad de la formación permanente.

* Investigación científica, social, humanística y tecnológica.- es indispensable fortalecer, diversificar y coordinar la producción de nuevos conocimientos en un número creciente de instituciones, articulados más extensamente con las necesidades sociales.

* La extensión, difusión y vinculación.- Fortalecimiento y readecuación de la extensión educativa para asegurar sus funciones de servicio. Renovación de vínculos con los sectores más capitalizados de la economía y con los tradicionales y emergentes (micro, pequeña y mediana empresa). La difusión enfrenta nuevos retos: la socialización de los estudiantes y la ampliación de la oferta cultural.

Para determinar algunos aspectos de pertinencia de los quehaceres de las IES es necesario analizar los indicadores de desarrollo regional, nacional e internacional; los niveles de producción en cada sector de la economía; las tasas de desempleo; la incorporación de los egresados al campo laboral; los índices de calidad de vida de la población; el grado de dependencia científica, tecnológica y económica del país; y todo lo correspondiente al concepto de necesidades y reclamos de la sociedad.
[6]

La pertinencia ha estado presente en:

a) los planes y programas de estudio,
b) la oferta educativa y
c) la vinculación de las IES con el sector productivo.
[7]


 
[1] Ibid. p. 108[2] GAGO. Op.cit.[3] Ibidem.[4] Ibid. p. 64[5] ANUIES. Consolidación… Op. cit.[6] GAGO. Op.cit.[7] ANUIES. La educación… Ob. cit.